Escribir sobre Biodiversidad y Naturaleza con mayúsculas es proponernos resaltar, poner en primer plano, los sucesos y acciones positivas en medio de este siglo XXI que viene teniendo momentos oscuros e inciertos.

Proponernos renovar nuestro compromiso para contribuir, desde lo doméstico aunque más no sea, con un futuro de cero emisiones netas y climáticamente resiliente.

«En la arena de la playa
un recuerdo
dorado, viejo y menudo
como un granito de arena.
¡Paciencia! la noche es corta.
Iré a buscarlo mañana…
Pero tengo miedo de esos
remolinos nocherniegos
que se llevan en su grupa
¡dios sabe adónde! la arena
menudita de la playa».

Pedro Salinas

Respirar poesía

Intentando un paralelo entre lo que sentía Félix Lope de Vega en el siglo XVII al reconocer extravíos pasados y nuestro Siglo XX leemos

“Cuando me paro a contemplar mi estado

y a ver los pasos por donde he venido

me espanto de que un hombre tan perdido

a conocer su error haya llegado. 

Cuando miro los años que he pasado,

la divina razón puesta en olvido,

conozco que piedad del cielo ha sido

no haberme en tanto mal precipitado.

mas de tu luz mi oscuridad vencida,

el monstruo muerto de mi ciego engaño,

vuelve a la patria, la razón perdida.”

Cambios posibles: avanzar aprendiendo.

Recordemos una de las metas al 2030 es generar el 35% de la electricidad con fuentes renovables y de promover inversiones en eficiencia energética. (electricidad sostenible). Se logrará así impulsar una industria completamente nueva en muchos países que podrían crear nuevos empleos verdes fortaleciendo el perfil técnico de la fuerza laboral local.

La pandemia ha puesto en primer plano la mala relación humano-Naturaleza y estableció que la degradación de los ecosistemas afecta el cambio climático. Según sostiene Pilar Bueno, investigadora del Conicet “Hoy estamos mucho más cerca de admitir socialmente y dar por sentada la relación entre pandemia, zoonosis y cambio climático”.

Antes de finalizar el 2020 y según lo dispuesto por plazos establecidos del Acuerdo de Paris, varios países mejoraran sus compromisos de reducción de emisiones de efecto invernadero.

Los temas del ambiente están en las agendas hogareñas, pudimos ver fotografías de peces nadando en los lagos de Venecia, renos y otros animales salvajes caminando en las ciudades desiertas.

Los humedales han sido reconocidos por el público en general como guardianes de la biodiversidad o como factor de control de las inundaciones y sequías.

Humedal pampeano

Bosques

Según publicaciones del BID, conservar más del 90% de la cobertura boscosa, perfeccionar estrategias de conservación forestal podría ser un impulso clave para la transformación de la producción y comercialización de productos maderables y no-maderables, y el desarrollo de mecanismos financieros asociados con el carbono forestal y la conservación de la biodiversidad.

Bosques

Producción de alimentos

En el sector agrícola, la introducción de tecnologías y prácticas para el desarrollo de una agricultura sostenible con criterios climáticos permitirá reactivar y modernizar a un sector frágil de la economía y mejorar la seguridad alimentaria del país.

En el ámbito doméstico el auge de las huertas hogareñas aunque sea para cosechar aromáticas en el balcón ya han significado la recuperación de lo esencial; volver a la tierra.

Un cambio en las dietas también contribuye a no exprimir tanto a la producción en especial ganadera, disminuyendo así mismo el consumo de agua en el proceso.

Demanda de ambiente natural

Respiramos tiempos de cambios en la elección de estilos de vida, hay “demanda de ambiente” ante la crisis sanitaria y el encierro forzoso. Muchas familias revalorizaron sus jardines, balcones o terrazas y las propiedades en zonas de humedales fueron muy demandadas.

Explotar sin miramientos la naturaleza ya no es una opción; si somos capaces de reconocer que hay que cambiar modelos de consumo y desarrollo estamos encaminados hacia una transformación fundamental.

El reciente documental “Besa el suelo” (Kiss the Ground) alienta la producción de formas diferentes con base en la biodiversidad y reconociendo los ciclos de la naturaleza sin uso de fertilizantes ni agroquímicos en las granjas agroecológicas, generalizando el uso de composts con residuos orgánicos y nuevos hogares que apuestan a energías renovables (aunque aún son caras).  

Dar pasos concretos para llegar a metas sostenibles.

La vida se disfruta de manera individual pero esencialmente de forma colectiva, en sociedad. Cada uno sabe lo que tiene para aportar. Cada día se puede reiniciar nuestro aporte.