Cómo no recordar a Elsa Bornemann escribiendo para chicos: “¡Ay!¡Qué disparate! ¡Se mató un tomate! ¿Quieren que les cuente? Se arrojó en la fuente sobre la ensalada recién preparada. Su rojo vestido, todo descosido, cayó haciendo arrugas al mar… Seguir leyendo →