Haciendo un paralelo entre paisajes imponentes y las efemérides literarias, mediados de enero, recordamos al crítico literario, poeta  español de la generación del 27 Jorge Guillén, premio Cervantes 1976.

Recurriendo a la inmensidad de sus horizontes, a la magia de su sonido, a la pequeñez del hombre frente al océano, a la llegada de la muerte que nos convertirá en recuerdo.

El mar es un olvido

El mar es un olvido,
una canción, un labio;
el mar es un amante,
fiel respuesta al deseo.

Es como un ruiseñor,
y sus aguas son plumas,
impulsos que levantan
a las frías estrellas.

Sus caricias son sueños,
entreabren la muerte,
son lunas accesibles,
son la vida más alta.

Sobre espaldas oscuras
las olas van gozando.

Como nos dice en el blog de Lengua y Literatura Alba González Nieto: «El poema El mar es un olvido… pertenece a Que van a dar a la mar…, el segundo libro de Cántico . El título de esta obra está tomado de un verso de las famosas Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Es un libro compuesto por una serie de meditaciones sobre el pasado, los recuerdos, el paso del tiempo, la muerte…, el tono es melancólico y nostálgico.»