«Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías…»
Mario Benedetti
Debemos de una vez por todas, actuar en la búsqueda de la descontaminación de los diferentes ambientes que dan marco a nuestra vida en el día a día, un desarrollo sostenible es posible.
«Comienza lo que no termina.
Termina lo que se inicia.
Inicia lo que tu deseas.
Deseas caminar creyendo…»
Tomado de Tiempo al tiempo poemas.
El Acuerdo de Escazú
Y el Acuerdo Escazú, en relación con la localidad de Costa Rica, garantiza el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la Justicia en asuntos ambientales siendo el primer tratado de derechos humanos en materia ambiental para Latinoamérica y el Caribe.
Argentina acaba de rubricar este acuerdo y ya son 10 los países que lo han hecho.
Una de las características fundamentales del convenio es la protección específica a defensores ambientales, a su vez también incorpora un enfoque de derechos para pueblos indígenas y poblaciones en situación de vulnerabilidad. Este acuerdo garantiza el derecho al libre acceso a la información ambiental, fundamental para tener una región más democrática, y es un paso más para detener la destrucción del ambiente fortaleciendo el compromiso de los países ante la crisis climática.
Es el único acuerdo vinculante emanado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe.
Compromiso comunitario: beneficios compartidos
Nuestro compromiso debe apuntar por ejemplo a la conservación marítima con el cumplimiento comunitario de la prohibición del uso de bolsas plásticas. Y para esto se necesita una Educación Ambiental desde los primeros años cuando desde niños nos hacemos responsables de la solución y no de los problemas ambientales.
Muchos de nosotros vivimos en centros urbanos superpoblados y debemos conocer que las medidas descontaminantes deben ser exigidas a los gobiernos:
- Prohibición de chimeneas abiertas, no a la quema de leña para calefacción.
- Reemplazo del automóvil de uso individual por transporte público de calidad como los buses eléctricos.
- Reconversión del parque automotor a conversor catalítico que controla los gases nocivos que expulsa el vehículo: reducción de la circulación a coches más viejos y contaminantes.
- Uso del gas natural como energía para la industria.
- Promoción del uso del tren.
- Monitoreo de emisiones industriales cobrando por daño ambiental.
- Cambio en la dieta diaria para equilibrar producción agrícola con ganadera.
- Uso de energías limpias y renovables que generarían más empleos.
- Incorporación con subsidios de más techos solares hogareños, aislamiento térmico en viviendas.
- Ampliación de áreas peatonales en las ciudades lo mismo que uso de bicicletas (ciclovías).
Entre los beneficios presupuestarios y sanitarios disminuiría la mortalidad prematura y las enfermedades respiratorias.
Reflexiones finales: la Resiliencia Climática
Se pierden horas de trabajo por el cambio climático, aumentan las migraciones por falta de alimentos contribuyendo a aumentar el número de desplazados climáticos.
Países latinoamericanos con vulnerabilidad económica como Haití se verían beneficiados con la Nueva Economía climática que apunta a mitigar, descontaminar de las emisiones CO2 que alteran la calidad del aire. Un nuevo paradigma: la Resiliencia Climática.
No hay que hipotecar el futuro, protegiendo los ecosistemas como los manglares, planificando la adaptación de las economías regionales, uso de agricultura inteligente resguardando el Capital Natural.
Proteger al planeta con miras al 2030 es proteger la economía como por ejemplo la producción vitivinícola ya que el vino parte de las propiedades organolépticas de la uva y son claves para definir un sabor.
La pérdida de la Biodiversidad aumenta las enfermedades zoonóticas, llegando el hombre a ocupar en un 96% de los espacios y dejando solamente un 4 % a especies salvajes.
La descarbonización es posible tomando como meta el año 2050 o 2060 como surge de la promesa China.
El compromiso asumido por parte de los firmantes del Acuerdo de Paris (2015- COP21) debe ser honrado.
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