El Gran Océano:Homenaje a Pablo Neruda

«Si de tus dones y de tus destrucciones, Océano
a mis manos
pudiera destinar una medida, una fruta, un fermento,
escogería tu reposo distante, las líneas de tu acero,
tu extensión vigilada por el aire y la noche,
y la energía de tu idioma blanco
que destroza y derriba sus columnas
en su propia pureza demolida.

No es la última ola con su salado peso
la que tritura costas y produce
la paz de arena que rodea el mundo:
es el central volumen de la fuerza,
la potencia extendida de las aguas,
la inmóvil soledad llena de vidas.
Tiempo, tal vez, o copa acumulada
de todo movimiento, unidad pura
que no selló la muerte, verde víscera
de la totalidad abrasadora.

Del brazo sumergido que levanta una gota
no queda sino un beso de la sal. De los
cuerpos
del hombre en tus orillas una húmeda
fragancia
de flor mojada permanece. Tu energía
parece resbalar sin ser gastada,
parece regresar a su reposo.

La ola que desprendes,
arco de identidad, pluma estrellada,
cuando se despeñó fue sólo espuma,
y regresó a nacer sin consumirse.

Toda tu fuerza vuelve a ser origen.
Sólo entregas despojos triturados,
cáscaras que apartó tu cargamento,
lo que expulsó la acción de tu abundancia,
todo lo que dejó de ser racimo.

Tu estatua está extendida más allá de las olas.

Viviente y ordenada como el pecho y el manto
de un solo ser y sus respiraciones,
en la materia de la luz izadas,
llanuras levantadas por las olas,
forman la piel desnuda del planeta.
Llenas tu propio ser con tu substancia.

Colmas la curvatura del silencio.

Con tu sal y tu miel tiembla la copa,
la cavidad universal del agua,
y nada falta en ti como en el cráter
desollado, en el vaso cerril:
cumbres vacías, cicatrices, señales
que vigilan el aire mutilado.

Tus pétalos palpitan contra el mundo,
tiemblan tus cereales submarinos,
las suaves ovas cuelgan su amenaza,
navegan y pululan las escuelas,
y sólo sube al hilo de las redes
el relámpago muerto de la escama,
un milímetro herido en la distancia
de tus totalidades cristalinas.

Curiosidades en el fondo del mar

He leído en una revista náutica que llegó a mis manos, algunas curiosidades muy interesantes que quiero compartir.

Cerca de la Pla de Yucatán en México se encuentra una caverna de lo más extraña, con una densa niebla que dificulta la visibilidad y  que contiene agua dulce en su mitad superior a unos 90 pies (unos 27,00 mts) de profundidad y agua salada en la parte inferior.

La niebla es en realidad una gruesa capa de sulfuro de hidrógeno (a 1,80 mts de profundidad) que es causado por el choque entre el agua dulce de la parte superior de la cueva y el agua salada que llena la mitad inferior. Dicen que si un buceador experto se atreve, sentirá como si observara un río, con costas y hojas caídas.

Dibujo pez globo

El Pez Globo

Otra curiosidad del fondo marino la encontramos con los peces, que son capaces de construir diferentes estructuras con el fin de habitarlas o simplemente por el solo hecho de atraer o cortejar a su pareja. Por ejemplo el pez globo dibuja círculos perfectos en la arena. Este pequeño pez nada lateralmente y con sus aletas logra trazar increíbles dibujos circulares  de hasta 2 metros de diámetro con simetría de arquitecto. Esta laboriosa tarea tan llamativa la realiza  para atraer a su pareja, ya que además decora su obra con conchas marinas y se supone que en el centro luego serán depositados los huevos por la hembra de este pez casi artista.

Pez globo

La naturaleza nos demuestra que puede crear verdaderas obras de arte con la fuerza del viento, con  las olas golpeando contra las costas, los glaciares abriéndose  paso entre valles, los árboles de los bosques formando figuras, pero hoy conocimos como hasta un pez tiene  su faceta artística.

El mar de Neruda

«Necesito del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navíos.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento».

Lee todo en:El gran océano- El mar en Poemas del Alma

Datos de El mundo bajo el agua de E Barral en revista Barcos.