Río Paraná

Leemos en “Naturaleza y Paisaje de la mano de la Literatura”  un comentario sobre el poema de Martín del Barco Centenera (1544-1605) quien al remontar el Delta del Paraná -entre las actuales provincias de Entre Ríos y Buenos Aires de Argentina -, advierte que: “el río hace aquí muchos islotes poblados de onzas (yaguarundí Herpailurus yaguaroundi,un felino de Sudamérica), tigres y leones” y siguen comentarios llenos de miedo como si hablara de una zoología fantástica. Dice que los perros morían bailando, arrojándose voluntariamente al barro ardiente de una laguna. La tierra está llena de amenazas, con peces que atacan al hombre hasta verlos muertos […]

“un pez palometa que freía

pensaba una mujer enharinando

de la sartén saltó muy de repente

y el dedo le cortó redondamente”.

Este barro del que habla  del Barco Centenera, hace casi “invisible” ver a través de este color de león de las aguas limosas. Lo cierto es que hoy sabemos y así lo comenta la bióloga Nancy Correa, que los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay que forman la cuenca del Plata, son una muestra de la diversidad de flora y fauna que allí se alberga. Por ejemplo albergan más de 600 especies de peces que pueden ser milimétricos o llegar a los 2 metros de talla.

En este mundo acuático fangoso nadan el surubí, el dorado, la raya de agua dulce que come camarones y cangrejos, bagres y viejas de agua, bogas, tarariras y el patí. Es precisamente el barro una importante fuente de alimentación ya que lo tragan, y como contiene mucha materia orgánica la digieren y eyectan lo que no pueden aprovechar. Sin duda debemos destacar al sábalo que es un importante comedor de barro, por eso lo llamamos iliófago.

Los bancos de barro son muy comunes especialmente en el Río de la Plata, donde estos ríos llevan sus aguas, y aunque dificultan la navegación sabemos que constituyen un lodo maravilloso por la fuente de alimentación que representan para los peces.

El Paraná con su melena de león

espera calmo tu presencia varonil

en la barranca se moldee tu figura

cuando luches con altura con el surubí.

 

Con su leyenda y su noche tropical

bajo un celaje con estrellas diamantinas

y una luna correntina quebrada en el Paraná.

 

(Extractos ) Letra y Música: «Coqui» Correa