Sabemos que una ciudad es el resultado una producción material, de usos a los que se destinan sus terrenos y también de la apropiación individual o grupal de cada zona.
¿Qué entendemos por producción material? Es el proceso de construcción y transformación física de un espacio natural en urbano. Contempla no sólo las construcciones superficiales como las casas, calles, parques y plazas, sino también las subterráneas que incluyen los servicios de agua, gas, luz, cloacas, etc.
Participan en este proceso de ocupación tanto el estado como los particulares. Sabemos de muchas ciudades que fueron construidas para luego ser ocupadas con una planificación previa como ocurrió con la actual capital de la pcia de Bs As: La Plata (1880) o más recientemente Brasilia, la capital del Brasil.
Pero mi reflexión apunta especialmente a la planificación de espacios verdes como ámbitos comunes de recreación y de reunión colectiva. Plazas y parques de distintas dimensiones que nos pertenecen a todos, para usarlos pero especialmente para cuidarlos.
Paseando por tus calles,
me requiebran tus naranjos,
tu mezquita hermosa y enhiesta,
con ese olor a otros tiempos,
tiempos memorables ya pasados.
[…] callejeando hasta encontrar la plaza perfecta,
para escribirte a ti mi bella ciudad, estos versos. […]
Felipe Evaristo Gómez Pescador
Desde ya que si la ciudad tiene un perfil administrativo, religioso, cultural o turístico dependerán los momentos del día con más circulación o las épocas del año con más habitantes. Lo importante es que, ya que más del 80 % de los habitantes de un país americano viven en ciudades como nosotras que escribimos o ustedes que nos leen, podamos hacer de estos espacios “nuestro lugar” en el mundo, de lo que nosotros dependa embellecer nuestro hogar comunitario, disponer la basura que generamos discriminada para poder ser reciclada, u obtener abono si son restos orgánicos. Si sentimos que nos pertenece, usaremos la bicicleta o caminaremos para poder circular sin contaminar e ir apreciando los lugares por los que transitamos. Estamos apurados siempre, no miramos hacia arriba para ver cúpulas de edificios bellos, copas de árboles, pájaros que vuelan, en la primavera flores que nos inundan con su perfume.
Estoy convencida que TODOS debemos ser protagonistas de nuestra historia urbana, para que nuestra calidad de vida se potencie, evitando la contaminación sonora, visual y el terrible smog.
Rene Dayre Abella de Uruguay nos dice:
Yo amo tus calles estrechas,
largas y empedradas
como cicatrices a flor de piel.
Admiro el paisaje bucólico de tu suelo.
Sencillamente campesino.
Quisiera llenar para siempre mis ojos
con el verdor intenso de tus pinos
que se yerguen tan altos, tan altivos.
Evocar aquellos días paseándome en tus calles
es como soltar de una vez a todos mis recuerdos
para que huyan a esconderse detrás de tus rincones.[…]
Podemos involucrarnos, replantar los árboles autóctonos que harán volver los pájaros de nuestra región, hacernos cargo de los deterioros que generemos y vivir en pleno siglo XXI como una verdadera Común-Unidad. Adelante!
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