Estamos en Plenilunio o Luna llena, justo en el momento en que la Tierra se encuentra situada entre el Sol y la Luna y a la que vemos como un disco al 100% de luz. Sabemos que esa luz no proviene del satélite de la Tierra, que es un cuerpo opaco, la luz que vemos es porque refleja la que recibe del Sol.

Po los movimientos lunares, rota sobre su eje, se traslada alrededor de la Tierra y acompaña a nuestro planeta en la traslación anual, vemos siempre la misma cara.

Se renueva a los 14 días de la Luna nueva o Novilunio conocida como luna negra y es sin duda el momento de plenitud, no sólo astronómica sino también poética he leído  que “ en una noche de luna llena  cuando sube el marea”…

LA LUNA

Ya nadie mira a la luna,

la luna ya no es de nadie;

ya no la cubren de besos,

ya no la bañan con sangre.

Ni ya le escriben poemas,

ni ya le clavan puñales;

ya no hay tragedias de amores,

ya no hay amor, no hay amantes.

Ya pasa sola la luna,

ya pasa sola, sin nadie;

ya no amontona secretos

ni alumbra sueños, como antes.

¿Adónde fuisteis, poetas,

adónde fuisteis, amantes,

que la dejásteis sin versos,

que sin amor la dejásteis?

Ya no es de nadie, ni es luna,

la luna que ahora nos sale;

porque es un círculo sólo,

y sólo un círculo errante.

Sólo un castillo arrumbado,

sólo un recuerdo distante;

sólo una historia en un libro,

sólo una estatua en un parque.

La luna no será luna

sin corazones que amen;

sin pensamientos que vuelen

y sin poetas que canten.

Y es esa luna, lunero,

la misma luna, no obstante,

que tú metiste en los versos

porque era tuya una parte

Pero los hombres son otros

y otras las cosas que valen;

y otros los ojos que miran

y otras las formas de amarse.

La luna no será luna,

porque la luna es mirarse:

asesinar con los ojos

hasta el dolor de la sangre.

Mariano Estrada a Federico Gracia Lorca

Del libro El cielo se hizo de amor.