La ética es definida según la Real Academia Española como derivada del lat. ethĭcus, y este del gr. ἠθικός ēthikós; la forma f., del lat. tardío ethĭca, y este del gr.ἠθική ēthikḗ y dice
«Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida».
Según el ABC se define la Ética ambiental como “la rama de la filosofía que considera las relaciones entre los hombres y el medio ambiente en el cual se desenvuelven y que se preocupa y ocupa especialmente de regular que las acciones de los seres humanos no atenten contra el desarrollo y la evolución de los ambientes naturales.”
Como nos dice el biólogo belga Albert Claude:
Poesía ambiental
Delia Arjona nos propone Cuidar el planeta
«Yo te propongo cuidar el planeta,
suma ahora tu granito de arena,
haz que tu esfuerzo sí valga la pena
por el bien de nuestra naturaleza.
Te propongo conservar cada rincón,
comprometernos como sociedad,
el suelo, el agua y el aire cuidar,
por el bien nuestro y de la humanidad.[…].»
Y por qué abordamos este tema, ya que cuidar y defender nuestro ambiente es casi una problemática filosófica y no sólo científica. Leyendo un artículo de la facultad de Ciencias Exactas escrito por Susana Gallardo se plantea que detrás de cualquier decisión acerca del ambiente sin duda hay posturas filosóficas y éticas ya que son complejas las relaciones entre los seres humanos y el ambiente.
No dudamos en proteger y conservar especies en riesgo de extinción y especialmente si son especies que nos gustan por su apariencia o son simpáticas o si sirven de alimento para el hombre. El artículo nos plantea que debemos decidir qué conservar y por qué ya que depende de múltiples factores como los biológicos, sociales, económicos, afectivos y, morales. Por eso hablamos de la conservación como una problemática ética.
Hay claramente una postura que puede ser antropocéntrica donde la naturaleza tiene un valor utilitario. También la postura biocéntrica, o de la ética romántica de la naturaleza, inspirada en John Muir, Emerson y Thoreau. Esta posición rescata la importancia del entorno natural, pero admitiendo al hombre como una parte más en el ambiente natural.
La postura biocéntrica dio origen al activismo ambientalista y benefició el establecimiento de las áreas protegidas como los parques nacionales. El biocentrismo y el antropocentrismo dieron pie al inicio de los movimientos ambientales.
Como corolario comentamos el ecocentrismo ( Leopold) que ofrece un lugar central a la naturaleza pero sin desconocer su valor utilitario.
Como sociedad somos protagonistas en la elección de una postura ética.
El artículo finaliza con una pregunta: ¿qué lugar ocupa el ser humano en la naturaleza? “Un lugar éticamente conflictivo [ …] Tenemos la capacidad de aniquilar ambientes, con sus especies incluidas, a escala planetaria pero queremos vernos como una especie más”.
Extender la cultura de protección del medio ambiente a la comunidad de la cual forma parte, es para la empresa también muy importante.Baste mencionar al mundo empresarial que comprometido con el ambiente propuso la «economía verde», que trata de preservar el medio ambiente pero tiene como contrapartida las grandes inversiones que la vuelven inviable.Comienza a hablarse de «economía azul» que parte de una premisa sencilla como la de » servirse del conocimiento acumulado durante millones de años por la naturaleza para alcanzar cada vez mayores niveles de eficacia, respetando el medio y creando riqueza, y traducir esa lógica del ecosistema al mundo empresarial».
Hoy me llegó una encuesta de la Secretaria del Medio Ambiente donde se plantea si tiene la ciencia la última palabra. Creemos que no, deben participar diversos actores.
No miremos para otro lado ya que en el entre tanto, la que pierde es la biodiversidad. Nos rectificamos…pierde toda la humanidad.
ABC http://www.definicionabc.com/medio-ambiente/etica-ambiental.php
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