“La Cordillera de los Andes  anuncia ya con sus picos atrevidos, donde las nubes bajan a formar diademas, la gran Cordillera . Son esas montañas, inagotables a la observación. Cuando se ha creído conocerlas, nos sorprende el morador de sus valles con la relación de un monumento histórico o de la naturaleza, del hombre culto o del indígena extinguido”.

Son palabras del escritor argentino Joaquín V. González. (1863-1923) en Mis Montañas.

En esta majestuosa cadena montañosa vive el cóndor que magníficamente Ossian Lindholn ha retratado.

En los Andes

El National Geographic menciona al cóndor andino como especie en peligro de extención por la pérdida de su hábitat y en muchos casos al alimentarse y morir envenenado:

«El cóndor andino, también cóndor de los Cerros, cóndor de los Andes, o simplemente cóndor (Vultur gryphus), es una de las aves más grandes de planeta, símbolo nacional de ChileColombiaEcuador y Bolivia, por lo que tiene un papel muy importante en la mitología y el folclore de las regiones andinas. Sin embargo, esta ave emblemática está en peligro de extinción a nivel mundial.

Esta enorme ave se encuentra entre las más grandes del mundo capaces de volar. Dado su gran peso – hasta 15 kilogramos -, incluso la ingente envergadura de sus alas, que pueden medir hasta 3 metros, esta ave necesita algo de ayuda para mantenerle en el aire. Por ello, esta especie prefiere vivir en zonas donde las corrientes de viento son abundantes y pueden planear sobre ellas sin gran esfuerzo.»

Lo caracteriza como una bufanda de plumas blancas en la zona del cuello y en las puntas de sus alas.

Buitres de altura

«Los cóndores son buitres; por eso sus certeros ojos siempre están atentos en busca de carroña, que compone la mayor parte de su dieta. Prefieren alimentarse de animales grandes, ya sean salvajes o domesticados, y al consumir sus cuerpos realizan una importante labor como barrenderos de la naturaleza.» «Localiza a sus presas, pero no descienden a comer de manera inmediata, sino que vuelan en círculos sobre ella o la vigilan desde algún lugar cercano hasta que finalmente se acercan. Estos animales son capaces de comer hasta 5 kilogramos de carne al día y sobreviven incluso 5 semanas sin alimento.»

«Yo soy el cóndor, vuelo
sobre ti que caminas
y de pronto en un ruedo
de viento, pluma, garras,
te asalto y te levanto
en un ciclón silbante
de huracanado frío.Y a mi torre de nieve,
a mi guarida negra
te llevo y sola vives,
y te llenas de plumas
y vuelas sobre el mundo,
inmóvil, en la altura.Hembra cóndor, saltemos
sobre esta presa roja,
desgarremos la vida
que pasa palpitando
y levantemos juntos
nuestro vuelo salvaje.
«
Neruda