¡Sentimos la necesidad de sentarnos a escribir sobre Ecología!

Y suele ocurrir luego de haber leído diferentes libros con expresiones seductoras que nos demandan respuestas.

El material llega a borbotones en papel o en la web, alguna encierra  información tendenciosa o al menos dudosa y otra, por suerte, es de calidad y la tomamos.

Esa información la deseamos aprehender si: “Asimilar inmediatamente, llegar a entender”.

La Naturaleza nos interroga

Por eso nos interpelamos ¿Qué podemos hacer ante este futuro frágil para el medioambiente?

¿Quiénes deben ocuparse además de preocuparse por que la Ecología involucre a la sociedad?

¿Debemos repensar la relación del hombre con su entorno natural?

¿Es una problemática local o global?

Nuestra Casa

Creemos que debemos responder a las cuestiones ambientales con compromiso y optimismo, a la luz de nuestra formación en ecología, con base científica, fusionando la teoría con  la observación de las cosas y los procesos que coexisten y evolucionan en la Naturaleza.

 

Estamos vivos y dispuestos a habitar Nuestra Casa con una esencia sustentable y sostenible, integramos la Biosfera junto a otros  seres vivientes de todo el planeta que existen en un tiempo dado. Millones de especies nos rodean en una trama compleja de relaciones. Producen  efectos  considerables, tanto en la atmósfera como en las aguas y los suelos. La aparición y el progreso de la biosfera y la transformación de su entorno ha sucedido en el curso de un prolongado proceso que se inició hace unos 3.800 millones de años.

Ecología General

“Surge la vida como una expresión del movimiento de la materia aparece,  cuando comienza la etapa de la evolución biológica. Es decir que la vida aparece como una propiedad emergente de un nivel inanimado donde sólo actuaban las que hoy conocemos como leyes físicas y químicas. Aparecen las reglas de juego de la vida, las leyes biológicas” sostiene Malacalza en su Ecología General.

Parafraseando libremente a María Cortázar de Venegas hablando de la vida:

“prodigio de la vida, la realidad del ser,

El principio y el fin que no sabemos donde comienza ni donde termina.

Seres vivos que compartimos el mismo aire, la misma agua.

La Tierra alimenta nuestra vida, somos seres vivos llenos de energía, células iguales en elefantes y hormigas, rosas, palmeras,

Infantes o ancianos…”

Evolución

Darwin, Lamarck acuden a nuestra mente y podemos hipotéticamente suponer un cambio ambiental extraordinario al que una especie animal podría estar expuesta: ¿cómo sobreviviría “el más apto”?

Pensamos que se puede trabajar a nivel local, en nuestra zona, la manzana donde vivimos y en la de al lado, para lograr reducir el impacto humano negativo sobre el ambiente.

Poblaciones, comunidades y ecosistemas

En la Naturaleza, las poblaciones, comunidades y los ecosistemas están tan compleja y armoniosamente organizados que debemos acudir a la física, la química y la biología para poder entender y desentrañar sus secretos.

Para un ojo inexperto, en cambio, toda la Naturaleza maravilla, deslumbra sin más. Desde el siglo XIX se sabe con certezas que los seres vivos existentes entablan relaciones con el ambiente en el que viven, por eso son importantes desde un bosque, hasta un río, una bahía, al mar entero, en fin, a toda la biosfera.

Los diferentes niveles tróficos con productores primarios, secundarios, los descomponedores, frágil y necesarios para la supervivencia del status quo: las redes tróficas naturales se ubican dentro de ciertos límites en cuanto a las proporciones entre depredadores y presas, la conectividad y el número de niveles tróficos.

“La vida y la muerte son cosas correlativas… la vida no podría existir sobre la Tierra si no hubiera al mismo tiempo, no sólo la muerte sino también la disolución”.

Luis Pasteur

Colombia inspira

Observando un documental de Colombia, aunque los ambientes son bien diversos desde las alturas, la nuboselva, la isla de Malpelo en el Pacífico, los llanos, todo al estar enfocado por una lente paciente y experta permite poner en imágenes la teoría…y el hombre debe mantenerse al margen, tratando de aprovechar el agua que fluye de sus ríos, de los mallines y los páramos que la almacenan sin pretender convertir todo el territorio en “productible” para la agricultura o la ganadería.

La tecnología de filmar con drones nos asemeja a pájaros que sobrevolando tienen una clara idea de la magnitud que los ambientes, contemplemos y nada más.

No deseamos medir todo con la vara del consumo y la explotación que genera riqueza. Las ciudades también son ecosistemas, pero necesitan de la naturaleza para sobrevivir, al menos, como lo han hecho muchas generaciones anteriores a la nuestra.

¿Seremos los causantes de la desaparición de muchos ambientes? No deseamos que así, por lo menos los que estamos escribiendo estas palabras.

Decía Ramón Margalef:

“Los senderos de la vida son intransitables a la inversa y, además, ningún segmento puede ser equivalente a otro ya recorrido, ni siquiera tomado en el mismo sentido”.

Sigamos componiendo la historia sin usar tanto el “delete” de especies!