«La naturaleza dejará su huella, vale la pena intentar que lo haga en nuestra vida»

Dice Sergio Sinay que «cuando las actividades se acumulan sin pausa y sin ilación, es posible que, abocados a lo más reciente, ya no recordemos las anteriores y mucho menos, la primera. Es como atiborrarse de alimentos por el mero hecho de que son ricos, pero no los «saboreamos» «.

El siglo XXI se perfila con agendas completas, muy apretadas que no nos permiten detenernos a sentir la brisa matinal, ni conectarnos con el sonido de la lluvia, con la sensación de «estar vivos». No hay espacio para emocionarnos frente al picaflor aleteando delante de una flor o un rayo de sol que se filtar entre las ramas de un arbusto.

Los paisajes tienen el maravilloso don de invitarnos a la pausa, la introspección, para respirar sintiendo cuando aspiramos y exhalamos.

El tiempo se escurre como el agua, es momento de retenerlo. Como dice el filósofo norteamericano Jacob Needleman en «El tiempo y el alma»:

«Ser devorado por nuestra vida, no es comprometerse a vivir.Cuando nos dejamos devorar quiere decir que nuestro propio YO no se encuentra presente».

Estamos apurados para llegar a dónde, estamos vacíos de tanta ocupación.´Los invitamos a encontrar un paisaje que nos de placer, nos permita una pausa, un respiro y el silencio. Y allí recobrar solos o acompañados los 5 sentidos, para bucear en nuestros sueños, en nuestras emociones.

¡ Qué hermosa es la naturaleza!

«Es sentir la frescura de las fuentes naturales,

ver los ríos repartidos como si fueran las venas del cuerpo,

es mirar hacía arriba yobservar cuan inmenso es el cielo,

ver la claridad y el resplandor del sol cuando está en el cenit,

¡oh la luna y las estrellas en una noche serena!.

 

¡Qué hermosa es la gracia de la naturaleza,

que se descubre como un arte al mirarla con nuestros ojos.

Dios fue el mejor pintor,

pues con que cuidado manejo los pinceles al plasmar en el lienzo estelar

la naturaleza llamada Tierra.

 

Yo dirijo mi vista a sus enmarañados bosques

a la hostilidad de las rocas,

al vuelo de las aves,

el diálogo con el viento,

el aullido de sus volcanes,

a la vida y muerte de cada día,

o al deslizarse el pasado y el presente,

al pasar de los tiempos que encierra el brumosa horizonte sobre el hermoso panorama de la naturaleza».

 

Rusita

De Poemas del alma.